Psoriasis: Causas, síntomas y tratamientos 

Tabla de Contenido:
¿Qué es? | Causas | Síntomas | Tipos | Etapas | Desencadenantes y factores de riesgo | Diagnóstico y tratamiento | ¿Cómo prevenir los brotes? | Preguntas frecuentes

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¿Qué es la psoriasis?

La psoriasis es una afección inflamatoria crónica que puede afectar hasta el 4.8% de la población. Se caracteriza por la formación de placas escamosas en la piel, más comúnmente en las rodillas, codos, cuero cabelludo y parte baja de la espalda, pero puede afectar cualquier área del cuerpo. La psoriasis es causada por una inflamación descontrolada en la piel, lo que provoca enrojecimiento y un crecimiento acelerado de las células cutáneas que se acumulan para formar placas escamosas.

La psoriasis afecta principalmente la piel, pero puede estar asociada con otras condiciones de salud, siendo más comúnmente la artritis. También se ha relacionado con un aumento de las tasas de enfermedad cardíaca y posiblemente muchos otros problemas, incluyendo diabetes, ansiedad y depresión, y enfermedades inflamatorias intestinales. Raramente, incluso puede afectar los ojos, especialmente en mujeres.

Aunque las manifestaciones de la psoriasis suelen ser crónicas, los pacientes con psoriasis a menudo atraviesan ciclos de síntomas, experimentando períodos de brotes que pueden durar varias semanas antes de disminuir, sobre todo en situaciones que causan estrés debido a que tus defensas se debilitan.

¿Cómo obtener tratamiento para la psoriasis?

Si sospechas que tienes psoriasis y necsitas consultar a un médico, puedes usar la plataforma Miiskin para realizar una sencilla foto-consulta. El procedimiento consiste en contestar unas preguntas, tomar unas fotos del área de tu piel afectada y esperar a que un dermatólogo certificado te conteste. Completar la consulta tarda 5 minutos y obtendrás una respuesta en menos de 48 horas.

Psoriasis causas

La causa exacta de la psoriasis es desconocida, pero se cree que está relacionada con una inmunidad desregulada en la piel, especialmente en los linfocitos T y otros glóbulos blancos, llamados neutrófilos. La genética y los factores ambientales probablemente juegan un papel importante, pero cómo modificarlos para mejorar la psoriasis no está completamente claro.

Síntomas de psoriasis

Los síntomas de la psoriasis pueden variar según el tipo de psoriasis y su gravedad, pero a menudo comparten las mismas características.

• Placas rojas, elevadas e inflamadas en la piel que a menudo están cubiertas con escamas plateadas y pueden ser pruriginosas o dolorosas.
• Piel seca que puede agrietarse y sangrar en casos graves.
• En áreas donde la piel se toca, como la ingle, las axilas, debajo de los senos o entre las nalgas, a menudo no hay escamas presentes y la piel parece y se siente cruda e irritada.
• Las áreas afectadas pueden sentir picazón o ardor, especialmente durante los brotes, y a veces la piel se siente dolorida o quemada.
• La psoriasis puede afectar las uñas de las manos y los pies, haciéndolas gruesas, con hoyuelos y decoloradas.
• En algunos casos, la inflamación en la piel también puede afectar las articulaciones, conocida como artritis psoriásica, lo que resulta en articulaciones hinchadas, rígidas y dolorosas.
• Los síntomas pueden empeorar durante algunas semanas o meses antes de disminuir o entrar en remisión. Los brotes pueden ser desencadenados por varios factores, incluyendo el estrés, lesiones en la piel, infecciones y ciertos medicamentos.

Tipos de psoriasis

Psoriasis en placas

La psoriasis en placas se caracteriza por placas rojas, moradas o marrones, con escamas plateadas superpuestas que se manifiestan como lesiones cutáneas grandes, ovaladas o circulares en el cuero cabelludo, tronco y superficies extensoras del cuerpo que pueden ser pruriginosas y dolorosas. En personas con piel caucásica, estas placas suelen aparecer como lesiones elevadas y rojizas cubiertas con una capa blanca plateada de células muertas de la piel, conocidas como escamas. En tonos de piel más oscuros, las placas tienden a ser más oscuras, adquiriendo un tono morado, grisáceo o marrón más profundo.

Estas placas pueden desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, pero se encuentran más comúnmente en el cuero cabelludo, las rodillas, los codos y el tronco. Típicamente se forman en un patrón simétrico, afectando áreas idénticas en ambos lados del cuerpo.

El cuero cabelludo, detrás de las orejas y alrededor del ombligo son áreas importantes para revisar en casos sospechosos de psoriasis, ya que los cambios allí pueden indicar que la enfermedad se está desarrollando. La psoriasis que afecta el cuero cabelludo y la cara puede manifestarse de diferentes maneras, incluyendo psoriasis alrededor de la línea del cabello, sebopsoriasis (una combinación de dermatitis seborreica y psoriasis) y psoriasis en la cara. El enrojecimiento y la fisura en el pliegue entre las nalgas, llamado pliegue interglúteo, es otra área muy común para desarrollar psoriasis que puede pasar desapercibida o ser diagnosticada erróneamente.

Psoriasis guttata (psoriasis en gota)

La psoriasis guttata suele ser desencadenada por infecciones estreptocócicas y es más frecuente en niños y adolescentes, respondiendo bien a los tratamientos tópicos. Quienes la padecen desarrollan numerosas pequeñas manchas rojas en la piel, parecidas a gotas, generalmente de entre 2 a 6 milímetros. Para algunos, se resuelve después de tratar la infección estreptocócica y las lesiones cutáneas, pero para muchos es la revelación de una predisposición previa a la psoriasis, y se vuelve crónica.

Estas manchas pueden aparecer en áreas de la piel que han sido lesionadas o irritadas (como cortes, quemaduras solares u otras infecciones cutáneas). Esta respuesta ocurre porque la piel comienza a crecer demasiado rápido en el proceso de cicatrización, lo que lleva a lesiones de psoriasis. Aunque la psoriasis guttata es un ejemplo clásico de este fenómeno, otras afecciones de la piel también pueden mostrar esta respuesta, incluyendo liquen plano, verrugas planas, vitiligo y lupus, entre otros.

Psoriasis pustulosa

La psoriasis pustulosa es una afección cutánea rara que forma parte de la familia de la psoriasis. Se presenta como ampollas llenas de pus blancas o amarillas (pústulas) en la piel enrojecida y viene en diferentes tipos y patrones. A diferencia del tipo más común de psoriasis, que generalmente no es doloroso al tacto, estas áreas afectadas pueden ser sensibles. Debido a que están llenas de un tipo de glóbulo blanco, contienen pus, pero no contienen bacterias ni virus, por lo que no es una infección. La psoriasis pustulosa puede manifestarse en una variedad de ubicaciones, incluyendo una afectación corporal generalizada o localizada en las palmas, plantas de los pies, o dedos de manos y pies.

Psoriasis inversa

La psoriasis inversa (también conocida como psoriasis intertriginosa) tiende a ser más común en personas con sobrepeso y afecta los pliegues de la piel como la ingle, las axilas, entre las nalgas y debajo de los senos. También ocurre en bebés y niños pequeños, algunos de los cuales experimentan una psoriasis que puede confundirse con una simple erupción del pañal. Las manchas en la piel vistas en la psoriasis inversa son lisas, claramente delimitadas, rojas y no muy escamosas. El enrojecimiento es más intenso en la psoriasis inversa debido a la inflamación y la irritación por el roce, el sudor y la humedad. Diagnosticar la psoriasis inversa puede ser difícil porque sus síntomas son similares a otras afecciones cutáneas como infecciones por hongos, intertrigo, erupción del pañal, tiña y dermatitis causada por alergias o irritantes.

Psoriasis eritrodérmica

La psoriasis eritrodérmica es un tipo muy grave y poco común de psoriasis, que afecta a menos del 2% de las personas con psoriasis. Causa enrojecimiento e inflamación generalizados en más del 75% al 90% del cuerpo. La causa exacta no está clara, pero podría estar relacionada con una reacción específica del sistema inmunológico. Debido a que puede ser muy grave, reconocerla como una manifestación de la psoriasis es importante. La psoriasis eritrodérmica implica una afectación generalizada de la piel, cubriendo más del 80% de la superficie corporal. Las lesiones discretas a menudo no están presentes, pero en su lugar hay amplias áreas de piel roja brillante. Las personas con psoriasis eritrodérmica también pueden experimentar síntomas en todo el cuerpo, como fiebre, taquicardia, fatiga, malestar, escalofríos, deshidratación, ganglios linfáticos inflamados, dolor articular y muscular, insomnio, sudoración, cambios en los hábitos intestinales, cambios de peso, sensibilidad cutánea y, en casos raros, problemas cardíacos graves y pérdida de peso. Por lo general, ocurre en pacientes con antecedentes conocidos de psoriasis, pero puede ser la primera manifestación de la enfermedad cutánea. Requiere tratamiento inmediato debido a posibles complicaciones.

Artritis psoriásica

La artritis psoriásica es un tipo de artritis que ocurre en aproximadamente el 20% de las personas con psoriasis en la piel, y está más fuertemente asociada con la psoriasis severa. Su inicio generalmente se observa en pacientes de entre 30 y 40 años y ocurre aproximadamente igual en hombres y mujeres. La artritis psoriásica causa inflamación en las articulaciones y comparte síntomas con otros tipos de artritis como la artritis reumatoide, aunque las enfermedades y los tratamientos son distintamente diferentes en muchos casos. Los síntomas pueden variar ampliamente y pueden cambiar con el tiempo. Las causas de la artritis psoriásica aún no se comprenden completamente, pero incluyen una combinación de rasgos genéticos e influencias ambientales que desencadenan la inflamación en la piel, las articulaciones y otras partes del cuerpo. Alrededor de un tercio a la mitad de las personas con artritis psoriásica tienen un familiar cercano que también tiene artritis psoriásica o psoriasis. Los brotes pueden ser desencadenados por factores ambientales (como una infección o estrés físico) que pueden encender la inflamación que lleva a una enfermedad duradera. La investigación ha sugerido que los cambios en las bacterias intestinales también pueden afectar este proceso, pero la naturaleza exacta de esto y cómo modificarlo para mejorar la enfermedad aún se está explorando.

Etapas de la psoriasis (gravedad)

La gravedad de la psoriasis a menudo se evalúa según la extensión de la afectación cutánea, el impacto en la calidad de vida del paciente y la respuesta al tratamiento. Aquí hay un desglose de cómo se puede describir la gravedad.

Psoriasis leve

Cobertura: Menos del 3% del cuerpo está cubierto con placas de psoriasis.

Impacto: La afección tiene un impacto mínimo en la calidad de vida.

Tratamiento: A menudo se trata con tratamientos tópicos.

Psoriasis moderada

Cobertura: Entre el 3% y el 10% del cuerpo está afectado.

Impacto: La afección tiene un impacto moderado en la calidad de vida del paciente, posiblemente afectando las actividades diarias o el bienestar emocional.

Tratamiento: Puede requerir una combinación de tratamientos, incluyendo terapias tópicas, fototerapia y a veces medicamentos sistémicos.

Psoriasis severa

Cobertura: Más del 10% del cuerpo está afectado.

Impacto: La afección impacta significativamente la calidad de vida del paciente, potencialmente dificultando su capacidad para realizar ciertas tareas y se asocia con mayor angustia psicológica.

Tratamiento: A menudo requiere tratamientos sistémicos, medicamentos biológicos o una combinación de diferentes tratamientos.

Además, la psoriasis puede considerarse grave en cualquier momento que resulte en consecuencias emocionales o de calidad de vida significativas, como suele ser el caso si involucra las manos, los pies, el cuero cabelludo, la cara y los genitales; o si no responde a un intento agotado de terapias tópicas.

Desencadenantes y factores de riesgo de la psoriasis

Predisposición genética

Una historia familiar de psoriasis aumenta el riesgo de desarrollar la afección.

Etnicidad

Aunque puede haber una mayor predisposición en poblaciones blancas en comparación con las poblaciones negra, asiática e hispana, es común en todas las razas y etnias.

Estrés

Muchos pacientes mencionan el estrés emocional como un desencadenante para el desarrollo o empeoramiento de los síntomas de la psoriasis.

Infecciones

Ciertas infecciones, especialmente infecciones de garganta por estreptococos, pueden desencadenar la psoriasis en algunas personas.

Tabaquismo

Fumar puede aumentar el riesgo y la gravedad de los síntomas de la psoriasis e incluso puede influir en el tipo de psoriasis.

Consumo de alcohol

El consumo excesivo de alcohol puede exacerbar la psoriasis y puede interferir con la efectividad del tratamiento.

Obesidad

El exceso de peso aumenta el riesgo de psoriasis y también puede afectar su gravedad, especialmente en casos de psoriasis inversa que ocurre en pliegues cutáneos.

Medicamentos

Ciertos medicamentos, incluidos los betabloqueantes, el litio y los medicamentos antipalúdicos, pueden desencadenar o empeorar la psoriasis en algunas personas.

Cambios hormonales

En el caso de las mujeres con psoriasis, pueden ocurrir brotes durante cambios hormonales, como la pubertad, la menopausia o el embarazo.

Clima

El clima frío y seco puede empeorar los síntomas, mientras que los climas cálidos y soleados pueden mejorarlos.

Lesiones cutáneas

Es bastante común que un individuo experimente nuevas lesiones cutáneas en la piel previamente no afectada antes de que ocurra la lesión cutánea. Este tipo de reacción está asociado con la psoriasis y otras afecciones cutáneas, como el vitiligo y el liquen plano, entre otros. Por ejemplo, después de un rasguño, corte, moretón o incluso quemadura solar, puede desarrollar psoriasis en el lugar de la lesión.

Obten un diagnóstico de psoriasis mediante una foto-consulta 

Debido a la naturaleza visual de la enfermedad, la psoriasis a menudo puede diagnosticarse y tratarse mediante consultas fotográficas, un método que se ha vuelto más común con el aumento de la telemedicina. Este enfoque permite que un dermatólogo certificado examine imágenes de la piel del paciente junto con el cuestionario clínico proporcionado por el paciente para identificar signos característicos de psoriasis, como la escama, la formación de placas y la distribución de áreas afectadas.

1. Obtén un plan de tratamiento inicial

Para muchos pacientes, las recomendaciones de tratamiento inicial pueden hacerse de forma remota. Estas pueden incluir tratamientos tópicos, ajustes en el estilo de vida y la dieta, y consejos sobre rutinas de cuidado de la piel.

2. Tratamiento de seguimiento

La telemedicina asincrónica también permite el monitoreo continuo del progreso de la afección y el ajuste de los planes de tratamiento según sea necesario. Los pacientes pueden compartir fotos actualizadas e informar sobre sus síntomas, efectos secundarios o preocupaciones durante las consultas de seguimiento.

3. Referencia para atención en persona

Si la psoriasis parece severa, no responde a los tratamientos iniciales, o si el diagnóstico es incierto, el proveedor de atención médica puede recomendar una visita en persona para una evaluación adicional, posible biopsia u opciones de tratamiento avanzadas como terapias sistémicas o biológicas.

¿Se puede curar la psoriasis?

Desgraciadamente no, ya que es una enfermedad crónica. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, manejando tu nivel de estrés, y un estilo de vida saludable puedes mantener tus síntomas a raya. 

¿Qué tipo de tratamiento para la psoriasis puedes obtener?

Actualmente hay muchos medicamentos disponibles para el tratamiento de la psoriasis, que incluyen medicamentos tópicos, orales y biológicos (inyecciones).

Cremas y pomadas para la psoriasis

Las cremas y ungüentos tópicos para la psoriasis son fundamentales en el manejo de la psoriasis. Estos tratamientos se aplican directamente sobre la piel e incluyen corticosteroides, análogos de vitamina D, retinoides e inhibidores de la calcineurina. Funcionan reduciendo la inflamación, ralentizando el crecimiento de las células cutáneas y aplanando las lesiones, proporcionando alivio del picor y la descamación. Ideal para casos leves a moderados, las terapias tópicas suelen ser la primera línea de tratamiento, con su efectividad mejorada cuando se combinan con otros tratamientos como la fototerapia o medicamentos sistémicos para casos más graves.

Psoriasis medicamentos orales

Los medicamentos orales para la psoriasis desempeñan un papel crítico en el tratamiento de la psoriasis moderada a grave y en casos donde los tratamientos tópicos son insuficientes. Estos tratamientos sistémicos se toman por vía oral y actúan en todo el cuerpo. Incluyen metotrexato, que reduce la inflamación y suprime la rápida producción de células cutáneas; ciclosporina, un inmunosupresor que disminuye la actividad del sistema inmunológico; y acitretina, un retinoide que ralentiza el crecimiento de las células cutáneas.

Medicamentos biológicos

Los medicamentos biológicos para la psoriasis representan un enfoque revolucionario en el tratamiento de la psoriasis moderada a grave y la artritis psoriásica, especialmente para pacientes que no han respondido bien a los tratamientos sistémicos tradicionales. Estas terapias avanzadas se administran mediante inyección y funcionan al dirigirse a partes específicas del sistema inmunológico que impulsan la inflamación, un factor clave en la psoriasis. Si bien los biológicos pueden ofrecer alivio significativo y piel clara o casi clara para muchos pacientes, también requieren un monitoreo continuo de los posibles efectos secundarios, incluido un mayor riesgo de infección.

¿Cómo prevenir los brotes de psoriasis?

Para la mayoría de las personas, sin tratamiento la psoriasis es crónica y persistente a pesar de las modificaciones en el estilo de vida. Sin embargo, con los tratamientos modernos, la mayoría de las personas pueden lograr una remisión completa o casi completa y llevar una vida que se vea mínimamente afectada por la psoriasis.

¿Puede causar complicaciones la psoriasis?

Las personas con psoriasis pueden experimentar diversas complicaciones, tanto físicas como psicológicas, que pueden afectar su calidad de vida en general. Algunas de las complicaciones potenciales incluyen las siguientes.

• Artritis psoriásica: Alrededor del 20-30% de las personas con psoriasis tienen o desarrollan artritis psoriásica, que causa dolor en las articulaciones, rigidez e hinchazón.
• Otras enfermedades autoinmunes: Mayor riesgo de desarrollar afecciones como la enfermedad de Crohn, la enfermedad celíaca y la esclerosis.
• Problemas cardiovasculares: La psoriasis, especialmente si es grave, está relacionada con un mayor riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y otros problemas cardiovasculares debido a la inflamación.
• Síndrome metabólico: Una mayor incidencia de obesidad, presión arterial alta, colesterol alto y diabetes tipo 2, todos los cuales son factores de riesgo para enfermedades cardíacas.
• Condiciones oculares: Como la conjuntivitis, la uveítis y la blefaritis.
• Infecciones: Las personas con psoriasis pueden ser más propensas a infecciones debido a su barrera cutánea comprometida y los posibles efectos de los tratamientos sistémicos en el sistema inmunológico.
• Enfermedad hepática: Incluyendo un mayor riesgo de desarrollar enfermedad del hígado graso no alcohólico.
• Enfermedad renal: Más común en aquellos con psoriasis moderada a grave.

Preguntas frecuentes sobre la psoriasis

¿Mi dermatólogo en línea puede diagnosticar y recetar un tratamiento para la psoriasis?

Sí, el dermatólogo en línea te recetará un tratamiento adecuado para la gravedad de tu condición, tus preferencias y tu historial médico.

¿Es contagiosa la psoriasis?

No, la psoriasis no es contagiosa. No puedes contagiar a otra persona ni transmitirla.

¿Se puede curar la psoriasis?

Actualmente no hay cura para la psoriasis, pero muchos tratamientos son tan efectivos que mientras se toman los medicamentos, los pacientes a menudo no muestran signos de psoriasis.

¿A qué edad suele comenzar la psoriasis?

La psoriasis puede manifestarse en cualquier momento de la vida, pero suele aparecer durante dos períodos pico: entre los 15 y 20 años y entre los 55 y 60 años. Desarrollar psoriasis a una edad más temprana a menudo se correlaciona con una forma más intensa de la enfermedad. Además, la predisposición familiar es común, con alrededor del 36% de las personas con psoriasis informando antecedentes familiares de la condición.

¿Qué otras condiciones pueden parecerse a la psoriasis?

Varias afecciones cutáneas pueden imitar la apariencia de la psoriasis, lo que lleva a un posible diagnóstico erróneo.

¿Cómo se trata la psoriasis?

Las opciones de tratamiento incluyen tratamientos tópicos (cremas y ungüentos), fototerapia (terapia con luz) y medicamentos sistémicos (fármacos orales o inyectados que afectan a todo el cuerpo), incluidos los biológicos.

¿Puede la dieta afectar a la psoriasis?

Aunque no hay una dieta definitiva para controlar la psoriasis, algunas personas encuentran que ciertos alimentos pueden desencadenar brotes. Mantener una dieta equilibrada y saludable puede ayudar a controlar la inflamación y los síntomas.

¿Puede el estrés causar un brote de psoriasis?

Sí, el estrés es un desencadenante conocido de los brotes de psoriasis. Gestionar el estrés a través de técnicas de relajación, ejercicio o terapia puede ayudar a reducir la frecuencia y la gravedad de los brotes.

¿Está relacionada la psoriasis con otras condiciones de salud?

Sí, la psoriasis está asociada con la artritis psoriásica, enfermedades cardiovasculares. En algunos casos, también puede estar asociada con la diabetes tipo 2 y la obesidad, pero hay evidencia clínica inconclusa.

¿Cómo puedo apoyar a un ser querido con psoriasis?

El apoyo puede incluir comprender su condición, animarlos a seguir los planes de tratamiento y ayudarlos a evitar los desencadenantes conocidos. Ofrecer apoyo emocional y comprender el impacto psicológico de la psoriasis también es importante.

Lee el artículo original A Dermatologist’s Guide on psoriasis

Referencias:
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