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Enfermedades de la piel
Explore nuestras dermatológicas sobre las enfermedades cutáneas más comunes así como los tratamientos más efectivos de dichas enfermedades.
Afecciones de la piel
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y actúa como una barrera protectora contra el entorno exterior. Sin embargo, a lo largo de la vida, podemos experimentar una gran variedad de enfermedades de la piel que pueden afectar su salud y bienestar.
Estas son algunas de las enfermedades de la piel más comunes y los diferentes medicamentos tópicos usados por dermatólogos a nivel mundial para su tratamiento.
Acné
El acné vulgar (comúnmente conocido como granos y espinillas) es la afección dermatológica más común, y casi todas las personas la padecen en algún momento de su vida.
El acné generalmente comienza durante la adolescencia porque los cambios hormonales hacen que las glándulas en los folículos produzcan demasiado aceite. Tus poros cutáneos se obstruyen con este aceite, atrapando células muertas de la piel y bacterias. El acné suele aparecer en la cara, el cuello, el pecho, la espalda y los hombros.
Los granos y espinillas son extremadamente comunes; afectan hasta al 80-90% de los adolescentes y jóvenes, pero pueden seguir apareciendo más tarde en la vida, especialmente en las mujeres.
Además de la adolescencia, el acné es común en las mujeres durante la menstruación, después del parto y la menopausia, ya que la actividad hormonal en el cuerpo cambia.
El acné en la edad adulta puede ser impulsado por hormonas y puede crear quistes profundos bajo la piel e inflamación. El acné en adultos generalmente requiere atención dermatológica y medicamentos con receta.
Algunas personas tienen más tendencia al acné debido a la genética, las hormonas, los factores ambientales o los medicamentos.
Tipos de lesiones cutáneas del acné (granitos):
El acné puede presentarse en diferentes tipos de lesiones cutáneas, incluyendo:
- Pápulas inflamadas (pequeños bultos rojos)
- Pústulas (puntos blancos o amarillos)
- Comedones (puntos negros y espinillas)
- Nódulos (grandes bultos rojos)
- Pseudocistos (hinchazón fluctuante similar a un quiste)
- Lesiones secundarias
Dermatitis seborreica
La dermatitis seborreica (también llamada comúnmente caspa facial) se caracteriza por la presencia de escamas secas, descamación y en ocasiones, pequeñas escamas de color amarillento en la piel. Se trata de una afección cutánea frecuente que suele manifestarse en áreas con vello en el rostro o el cuero cabelludo, en particular en las cejas, los surcos nasolabiales (pliegues de la nariz), detrás de las orejas, en la parte central del pecho y con frecuencia en la zona de la barba en los hombres.
Los síntomas más comunes de la dermatitis seborreica incluyen
- Piel escamosa
- Enrojecimiento e inflamación
- Apariencia grasosa
- Erupción en forma de anillo
- Brotes
Psoriasis
La psoriasis es una afección cutánea que causa parches rojos cubiertos de escamas plateadas y puede manifestarse en cualquier parte del cuerpo, aunque suele aparecer con mayor frecuencia en los codos, las rodillas, el cuero cabelludo y la parte inferior de la espalda. En raras ocasiones, puede afectar el rostro. Dado que la psoriasis es una condición crónica, puede perdurar a lo largo de toda la vida de una persona, pero a menudo presenta períodos de brotes y remisión.
Los síntomas más comunes de la psoriasis incluyen:
- Escamas blancas y plateadas
- Sensación de picazón en la piel
- Sequedad que puede resultar en descamación o fisuras
- Inflamación de leve a moderada
- Lesiones que pueden tomar diversas formas, como círculos u óvalos, y que pueden presentar bordes bien definidos.
Rosácea
La rosácea es una afección cutánea frecuente que primordialmente afecta el rostro. Se caracteriza por la presencia de enrojecimiento, rubor, visibilidad de vasos sanguíneos, pequeños bultos rojos (pápulas), pequeñas lesiones llenas de pus (pústulas) y, en ocasiones, el engrosamiento de la piel, especialmente alrededor de la nariz. Aunque también puede afectar a los ojos. Con frecuencia se manifiesta en individuos de mediana edad con piel clara, ojos azules y cabello rubio, pero puede afectar a personas de cualquier tipo de piel.
Los síntomas más comunes de la rosácea son:
- Enrojecimiento facial persistente en la zona central de la cara, incluyendo las mejillas, la nariz, la frente y el mentón.
- Episodios repentinos de enrojecimiento facial, a menudo desencadenados por la exposición al sol, el calor, el frío, alimentos picantes, alcohol, cafeína o estrés.
- Sensibilidad de la piel a múltiples productos para el cuidado de la piel o cosméticos.
- Vasos sanguíneos pequeños visibles en la cara (telangiectasias), que se manifiestan como líneas finas rojas o patrones en la piel.
- Protuberancias rojas y pústulas que se asemejan al acné, pero sin comedones (puntos negros o puntos blancos).
- Engrosamiento de la piel, especialmente en la nariz, con poros dilatados que resultan en una apariencia agrandada y bulbosa (esto es más común en hombres).
- Algunas personas también pueden notar poros dilatados en las mejillas.
- Irritación ocular, que incluye enrojecimiento, sequedad, picazón, ardor, lagrimeo, sensibilidad a la luz y la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo. Esto puede llevar a complicaciones si no se trata.
- Muchas personas con rosácea reportan sensaciones de ardor o escozor en la piel afectada.
- Cambios en la textura de la piel, que pueden incluir sequedad, grasa o una combinación de ambas.
- Hinchazón en la cara, especialmente por las mañanas.
Infecciones de la piel
Las infecciones de la piel pueden ser causadas por hongos, bacterias o virus, cada uno con características y tratamientos específicos.
Infecciones fúngicas: Como la tiña o el pie de atleta, son provocadas por hongos que proliferan en ambientes cálidos y húmedos, afectando áreas como la piel, las uñas y las mucosas.
Infecciones bacterianas: Como el impétigo o la celulitis, son causadas por bacterias como Staphylococcus o Streptococcus, y a menudo requieren tratamiento con antibióticos.
Infecciones virales: Como el herpes simple o la varicela, son causadas por virus y pueden manifestarse con síntomas como ampollas o erupciones cutáneas. Cada tipo de infección requiere un diagnóstico y tratamiento adecuado para controlar la proliferación del agente patógeno y aliviar los síntomas.
Urticaria aguda y crónica
La urticaria aguda y la crónica se diferencian principalmente en su duración. La urticaria aguda suele ser un evento breve, típicamente durando menos de seis semanas y a menudo se desencadena por alergias, infecciones o estrés. En contraste, la urticaria crónica persiste por más de seis semanas y puede ser más difícil de diagnosticar, ya que sus causas no siempre son claras y a menudo no están relacionadas con alergias. El tratamiento para ambos tipos puede variar, enfocándose en aliviar los síntomas y, en el caso de la urticaria crónica, en manejar la condición a largo plazo.
Caspa
La caspa es un trastorno frecuente del cuero cabelludo que se manifiesta mediante la presencia de escamas blancas o amarillentas. Estas escamas provocan una descamación excesiva y crónica del cuero cabelludo que no tiene carácter inflamatorio y se caracteriza por la eliminación de células córneas en forma de escamas. Con frecuencia, estas escamas se desprenden del cuero cabelludo y caen sobre los hombros, lo que puede ser visible en la ropa. La caspa no es una afección contagiosa ni grave, pero puede resultar molesta y afectar la autoestima de las personas.
Hay 2 diferentes tipos de caspa
- La caspa grasa se manifiesta cuando se desarrollan escamas de tonalidad amarillenta que tienden a adherirse con mayor firmeza al cuero cabelludo.
- La caspa seca surge cuando se forman escamas secas de color blanco que se desprenden fácilmente del cuero cabelludo y el cabello. Además, suele ir acompañada de síntomas como picazón, enrojecimiento y puede afectar tanto a cueros cabelludos grasos como secos.
Hiperpigmentación y melasma
El término “hiperpigmentación” se refiere a cualquier alteración del color de la piel incluyendo las pecas, manchas de la edad, hiperpigmentación post-inflamatoria resultante del acné, daño solar o melasma.
La hiperpigmentación es una afección muy común que provoca el oscurecimiento de áreas específicas de la piel debido a una producción excesiva de melanina. Este exceso de melanina conduce a la aparición de manchas o parches en la piel que pueden variar en color, desde marrones, negros y grises hasta tonos rojos o rosados.
Aunque estas áreas por lo general no ocasionan molestias físicas, pueden tener un impacto significativo en la estética de una persona y afectar su autoestima en gran medida. Por suerte, se pueden tomar medidas tanto en el estilo de vida como a través de tratamientos para prevenir y tratar la hiperpigmentación existente.
Envejecimiento
El envejecimiento de la cara se refiere al proceso natural por el cual la piel y los tejidos faciales experimentan cambios con la edad, lo que resulta en la aparición de signos visibles de envejecimiento. Estos cambios pueden variar de persona a persona y son influenciados por factores genéticos, estilo de vida y exposición al sol.
Algunos de los síntomas comunes del envejecimiento de la cara incluyen:
- Arrugas y líneas de expresión
- Flacidez
- Pérdida de volumen
- Manchas y decoloración
- Reducción de la luminosidad
- Pérdida de elasticidad del cuello
- Bolsas debajo de los ojos
- Aparición de venas y vasos sanguíneos
Prevención y tratamiento
La prevención y el tratamiento son las piedras angulares para mantener una piel sana y hermosa a lo largo de la vida.
La prevención comienza con el cuidado adecuado de la piel, que incluye protegerla del sol utilizando protector solar con un muy alto factor de protección, mantener una buena higiene y llevar una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable para tener una piel más resistente y saludable.
En cuanto al tratamiento, es esencial consultar a un dermatólogo en caso de problemas cutáneos persistentes o preocupantes. Cada enfermedad de la piel puede requerir un enfoque específico, que puede incluir medicamentos tópicos, orales o procedimientos médicos, dependiendo del diagnóstico. El tratamiento oportuno y adecuado puede ayudar a aliviar los síntomas, reducir las complicaciones y mejorar la calidad de vida.
Esta página también está disponible en inglés: Skin Conditions